Por una Cuba futura de fe y valores
Zoé Valdés
Vengo a hablar hoy de una Cuba futura tal como la presiento, la veo, la palpo, y tal como quisiera que los cubanos la presintieran, la vieran, la palparan, y ustedes al igual que yo, en el futuro. No vengo con la intención de denunciar el horror, porque el mundo entero conoce de sobra el horror de Cuba desde hace más de sesenta y seis años y sus consecuencias sobre el mundo mismo; y no sólo no han hecho nada, nos han dado la espalda, olvidándonos, salvo para puntualmente tirarnos una migaja.
No vengo a recordar lo que han hecho históricamente los cubanos por su libertad desde todos los ángulos y posibilidades, porque esas acciones patrióticas, el mundo también sabe de ellas y no es que las ha olvidado, porque el mundo inclusive se ha visto implicado peligrosamente, sino porque han querido ningunearlas y necesitan borrarlas. No denunciaré tampoco la cantidad de cubanos asesinados, fusilados, desaparecidos, encarcelados, entre los que se incluyen niños y bebés tras las masacres del Río Canímar y el Remolcador Trece de Marzo, así como la tragedia de Cayo Perro. No vengo a remover las consciencias, vengo a imponerles a sus consciencias una visión de una Cuba que volverá a ser la Llave del Golfo, la Perla del Caribe, el punto de eternidad de todas las Europas y las Américas desde una novedosa visión económica. Y que será todavía mejor, puedo prometerlo.
Empecemos por exigir a la Unión Europea que las ayudas económicas que brinda anualmente al régimen castro-comunista, que le permiten reprimir y masacrar al pueblo, se las entregue a la oposición política dentro y fuera de Cuba, mediante una Comisión de Sabios que estudie bien las vías y el modo de empleo de esas sumas. De tal modo, los 90 millones que la UE entregó este año al castrismo debieron ser enviados a la oposición y a los exiliados que consigan probar mediante obras y acciones que han destinado parte de sus fortunas individuales a la libertad de Cuba sin recibir nada a cambio —es muy probable que ninguno de esos honorables cubanos acepte nada de la UE, en ese caso la totalidad debiera ir directamente a la oposición interna—. Es un consejo que doy, porque el día en que seamos libres también será muy posible que frente a los procesos judiciales que serán presentados contra las organizaciones que han contribuido a la destrucción humana del país, éstas deberán pagar, y desde luego pudieran quebrar y desaparecer. El mismo mensaje enviamos a los gobiernos que contribuyen a la perdurabilidad de la tiranía, como es el caso de los gobiernos socialistas y tibio-derechistas sucesivos de España, Francia, y del resto de la UE, que como el de Pedro Sánchez, que este año han condonado la deuda del castrismo enviando, como se puede observar en el sitio web de MONCLOA 372 millones de euros directos a los bolsillos de los criminales Castro y de su títere Díaz Canel. Todo lo que se la robado al pueblo cubano, al colaborar con distintas formas de esclavitud actuales, como la de esquilmar a los campesinos, la de los médicos usados como moneda de cambio, y la prostitución infantil mediante el turismo pedófilo, debe ser devuelto moneda a moneda, quilo a quilo, a los cubanos de a pie, y entre tanto a la oposición para que logre liberarse por vías auténticas.
No pretendo que nadie vaya a liberar a los cubanos, no es posible por lo que se ha visto por más de sesenta y seis años, pese a que Estados Unidos está en deuda con las Damas Habaneras de la Cuba Española que entregaron buena parte de sus riquezas para lograr la independencia de Estados Unidos, lo que no creo que en aquella época hayan hecho muchos, quizás nadie más. No estamos pidiendo liberarnos, porque hemos tenido suficientes hombres de coraje que intentaron durante los años sesenta, los años setenta, y en cada una de las décadas, de forma armada y de forma pacífica, quienes no sólo se quedaron solos, además los han tildado de barbaridades desconcertantes, hasta de terroristas, cuando los únicos que han luchado contra el terrorismo comunista han sido ellos, cuando los únicos terroristas y entrenadores de terroristas diversos han sido los Castro; por lo que también deberán pagar: a cada familia, a cada víctima, a cada asesinado de las FARC, de ETA, de la IRA, y HAMÁS (recuerden al Che Guevara en Siria), como de tantos otros, formados lo mismo ideológicamente que entrenados como asesinos. Nadie en Hispanoamérica ha luchado más por liberar al mundo del comunismo que los cubanos, eso hay que tenerlo en cuenta. A los gobiernos libres de comunismo: cierren de una vez las embajadas castristas en sus países.
Es cierto que Estados Unidos ha estado ayudando, de forma equivocada tal vez, a organizaciones que tampoco han hecho mucho, de ahí que la USAID haya sido eliminada; pero con toda la fuerza de mi moral les habla aquí una que jamás recibió un centavo de ningún gobierno para luchar por la libertad de Cuba y en contra del comunismo; por el contrario, ha perdido contratos, proyectos, y dinero, además de ser objeto de demandas judiciales injustas, falsarias, puros inventos de la izquierda para destruir mi prestigio. Que ha recibido amenazas y ha padecido tentativas reales de muerte en el exilio, comprobadas. No pedimos más que lo que nos hemos ganado y nos merecemos. Estados Unidos y la USAID enviaron sumas importantes a supuestas instituciones basadas en Sudamérica que presuntamente luchaban desde la disidencia; es probable que conformen una red castrista que ha sabido convertir las organizaciones represivas masivas castristas en ONG fraudulentas en una operación de cambio-fraude, denunciada por Oswaldo Payá y que le costó la vida; como ha hecho la hija del dictador, Mariela Castro, con la CENESEX y la FMC, donde favorece a los homosexuales y a las mujeres a cambio de una militancia extrema a ultranza.
Estados Unidos también pudiera destinar, como adelanto, cantidades de esas multimillonarias sumas congeladas en bancos norteamericanos y que pertenecen al pueblo cubano y a la reconstrucción del país después del derrumbe del comunismo, para que los cubanos pueden organizarse bajo una economía independiente, aparte del estado comunista, y empiecen a ser y a existir de forma excepcional como seres humanos, y no sólo como míseros seres «cubanos» o cagonios. Porque «Ser es defenderse», como escribió Ramiro Maeztu, porque para Cuba ya es hora, desde hace mucho rato. Aunque lo alcancemos solos, sin nadie, o conducidos por esa idea occidental de Hispanidad, que fue la única fuerza que a la larga permitió el mejor mestizaje de todos los tiempos. Finalmente, los cubanos deben volver a su fe, a Dios, a los valores de la fe cristiana, a la verdad y a la compasión. A la Libertad y Vida, que es Patria y Felicidad.
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