¿Es verdadera la historia del nacimiento de Jesús?

 


El nacimiento de Jesús ha sido uno de los eventos más debatidos en la historia de la humanidad. ¿Es realmente cierto que nació de una virgen, como lo afirman las Escrituras? Algunos críticos sugieren que esta historia es una invención, mientras que los creyentes ven en ella el cumplimiento de profecías antiguas y un signo de la intervención divina en la historia. Para entender la profundidad de esta verdad, es necesario explorar tanto el relato bíblico como el contexto histórico.

a) El relato bíblico del nacimiento de Jesús

El nacimiento de Jesús está documentado en los evangelios de Mateo y Lucas, que nos proporcionan un relato claro y detallado de los eventos. Mateo 1:18-25 describe cómo María, una virgen, quedó embarazada por el Espíritu Santo. Este hecho fue el cumplimiento de la profecía de Isaías: “He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14). Esta profecía, escrita siglos antes del nacimiento de Jesús, es una de las muchas que predicen Su llegada.

Lucas 2:1-7 nos ofrece detalles adicionales, como el viaje de María y José a Belén para el censo decretado por el emperador César Augusto, cumpliendo así otra profecía, la de Miqueas 5:2, que decía que el Salvador nacería en Belén. Cada detalle registrado en estos relatos no solo narra un acontecimiento, sino que confirma el cumplimiento de promesas hechas por Dios mucho antes de que Jesús naciera.

¿Hubo un censo realmente decretado por César Augusto?

Uno de los aspectos del relato bíblico que ha sido cuestionado es el censo mencionado en Lucas 2:1. El evangelio afirma que César Augusto ordenó un censo de todo el mundo conocido que obligó a María y José a viajar a Belén, el lugar del nacimiento de Jesús. La pregunta que surge es: ¿existió realmente este censo?

Históricamente, los censos eran comunes en el Imperio Romano, sobre todo con el propósito de la recaudación de impuestos. El censo mencionado en el evangelio de Lucas ha generado debates porque no hay un registro romano directo de un censo en todo el imperio justo antes del nacimiento de Jesús. Sin embargo, se sabe que Quirino, gobernador de Siria, llevó a cabo un censo en la región alrededor del año 6-7 d.C., lo que algunos eruditos sugieren podría ser la fuente de confusión o parte de un censo más amplio.

Historiadores como F.F. Bruce comentan sobre esta cuestión en su libro “The New Testament Documents: Are They Reliable?”. Bruce señala que aunque no hay un registro directo del censo específico mencionado en Lucas, era típico que los romanos llevaran censos periódicos en sus provincias:

The Romans frequently conducted censuses for taxation purposes, and it is likely that a local census like the one mentioned in Luke could have taken place under Augustus’ reign, even if no direct records have survived.” (Bruce, F.F., “The New Testament Documents: Are They Reliable?” 1981)

Traducción: “Los romanos frecuentemente realizaban censos con fines fiscales, y es probable que un censo local como el mencionado en Lucas pudiera haber tenido lugar durante el reinado de Augusto, aunque no se hayan conservado registros directos.”

Es importante señalar que, aunque no hay un registro directo del censo mundial, algunos estudiosos como William Ramsay creen que Lucas pudo estar refiriéndose a un censo provincial que se llevaba a cabo localmente, como era común en las regiones bajo el control de Roma.

El hecho de que Lucas mencione a Quirino puede haber sido una referencia a una administración local que afectó a Judea en ese período. Ramsay señala en su investigación arqueológica que Lucas era un historiador preciso en otros aspectos, por lo que este censo local es probable dentro del contexto más amplio del Imperio Romano (Ramsay, W.M., “The Bearing of Recent Discovery on the Trustworthiness of the New Testament,” 1915).

Por lo tanto, aunque no existe un registro romano explícito de un censo que abarque todo el imperio en ese preciso momento, hay consenso en que los censos eran comunes y que un censo en Judea, tal como lo describe Lucas, es históricamente plausible. La intención de Lucas al mencionar el censo podría haber sido resaltar el contexto histórico y el cumplimiento de la profecía de Miqueas, que predecía el nacimiento del Salvador en Belén.

b) ¿Nació Jesús el 25 de diciembre o el 6 de enero?

Es común en la tradición cristiana celebrar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre (en la mayoría de las iglesias occidentales) o el 6 de enero (en las iglesias orientales). Sin embargo, las Escrituras no nos dan una fecha exacta para el nacimiento de Jesús. Entonces, ¿por qué celebramos estas fechas?

La fecha del 25 de diciembre fue adoptada oficialmente por la Iglesia en el siglo IV, durante el reinado del emperador Constantino, aproximadamente en el año 336 d.C.. Sexto Julio Africano, uno de los primeros historiadores cristianos, fue uno de los primeros en proponer esta fecha en su obra Chronographiai (221 d.C.), y más tarde, esta propuesta fue oficializada por la iglesia bajo Constantino.

Los registros históricos indican que esta fecha fue seleccionada para coincidir con la celebración pagana del Sol Invictus, un festival que celebraba el solsticio de invierno y la victoria del sol sobre las tinieblas, que también era celebrado el 25 de diciembre. Este acto de “cristianizar” una festividad pagana tenía como objetivo facilitar la conversión de los pueblos paganos al cristianismo.

El historiador Thomas J. Talley, en su estudio sobre la historia del calendario litúrgico, comenta:

It seems likely that the Roman Church chose December 25 as the date of Christ’s birth to correspond with the pagan celebration of the rebirth of the sun (Sol Invictus), aligning Christ’s birth with the symbolism of light overcoming darkness.” (Talley, Thomas J., “The Origins of the Liturgical Year,” 1986)

Traducción: “Parece probable que la Iglesia Romana eligiera el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Cristo para coincidir con la celebración pagana del renacimiento del sol (Sol Invictus), alineando el nacimiento de Cristo con el simbolismo de la luz que vence a las tinieblas.”

La adopción del 6 de enero en las iglesias orientales como la Epifanía, que conmemora tanto el nacimiento de Jesús como Su bautismo, muestra la diversidad en las tradiciones cristianas antiguas. Esta fecha fue especialmente relevante en las iglesias orientales, que celebran la manifestación de Cristo al mundo y Su revelación a los Reyes Magos.

¿Cuándo nació realmente Jesús?

Es importante aclarar que Jesús probablemente no nació en invierno. El relato bíblico menciona que los pastores estaban cuidando a sus ovejas al aire libre la noche en que nació Jesús (Lucas 2:8), lo cual sería poco probable en el clima frío de diciembre. Además, la fecha del censo que obligó a José y María a viajar a Belén sugiere que era un tiempo más favorable para el viaje, probablemente en primavera o principios de otoño.

Si bien no podemos determinar la fecha exacta del nacimiento de Jesús, muchos estudiosos sugieren que pudo haber nacido en algún momento entre finales de septiembre y principios de octubre. Esto correspondería al otoño en Israel, cuando las temperaturas son más suaves y es más probable que los pastores estuvieran en el campo con sus ovejas, como describe Lucas 2:8.

Algunos han interpretado Lucas 2:8 como una posible indicación de que Jesús nació en la primavera, cuando los pastores podrían haber estado pastoreando sus ovejas al aire libre. Sin embargo, muchos estudiosos prefieren la interpretación de que Jesús nació en el otoño, ya que las temperaturas siguen siendo favorables para el pastoreo, y otros factores cronológicos también apuntan a este periodo.

La conclusión de que Jesús nació en el otoño se basa en cálculos relacionados con el ciclo de servicio del sacerdote Zacarías (Lucas 1:5-8), el padre de Juan el Bautista, y el hecho de que Juan nació seis meses antes que Jesús. Si Zacarías terminó su servicio alrededor de finales de junio o principios de julio, entonces Juan el Bautista habría nacido en la primavera, y Jesús, seis meses después, en el otoño.

Eruditos como Jack Finegan, un experto en cronología bíblica, sugieren que la evidencia bíblica y los calendarios hebreos indican que el nacimiento de Jesús ocurrió durante la Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot), que cae entre septiembre y octubre:

The chronological data from the priestly courses and the context of the birth narratives in the Gospels point to Jesus’ birth taking place in the fall, during the Jewish feast of Sukkot.” (Finegan, Jack, “Handbook of Biblical Chronology,” 1964)

Traducción: “Los datos cronológicos de los turnos sacerdotales y el contexto de los relatos del nacimiento en los Evangelios apuntan a que el nacimiento de Jesús ocurrió en el otoño, durante la fiesta judía de Sukkot.”

c) La importancia del nacimiento virginal

El nacimiento virginal de Jesús es un pilar fundamental de la fe cristiana. Este evento no es solo simbólico, sino que subraya la naturaleza divina de Jesús. Él no fue concebido de manera natural, sino por intervención directa del Espíritu Santo, lo que lo distingue de cualquier ser humano. Este nacimiento milagroso enfatiza la pureza de Su misión y Su identidad como el Hijo de Dios.

C.S. Lewis, el renombrado teólogo y apologista, ofrece una explicación profunda de este evento:

The doctrine of the Virgin Birth is not an isolated marvel, but part of the pattern of Christ’s supernatural entry into, and action in, the natural world.” (Lewis, C.S., “Miracles,” 1947)

Traducción: “La doctrina del nacimiento virginal no es un milagro aislado, sino parte del patrón de la entrada sobrenatural de Cristo en el mundo natural y Su acción en él.”

Este milagro de la concepción virginal es esencial para entender la naturaleza dual de Jesús: plenamente divino y plenamente humano. No fue simplemente un maestro o un profeta, sino el Hijo de Dios que vino a salvar al mundo del pecado. Su nacimiento fuera de las leyes naturales indica que Dios mismo intervino en la historia para traer salvación a la humanidad.

d) Evidencias adicionales que apoyan el nacimiento de Jesús

Además de las profecías bíblicas y los relatos de Mateo y Lucas, hay indicios históricos y fuentes externas que respaldan la veracidad del nacimiento de Jesús. Aunque no existen registros romanos directos del evento, el hecho de que la vida de Jesús esté tan documentada en textos históricos y religiosos refuerza la autenticidad de este acontecimiento.

A lo largo de los siglos, muchos eruditos han defendido el nacimiento virginal como una verdad teológica central. J.I. Packer, un respetado teólogo, comenta lo siguiente:

The virgin birth is not only credible but necessary. It highlights God’s intervention in human history and shows that salvation could not come from man, but from God alone.” (Packer, J.I., “Knowing God,” 1973)

Traducción: “El nacimiento virginal no solo es creíble, sino necesario. Subraya la intervención de Dios en la historia humana y muestra que la salvación no podía venir del hombre, sino solo de Dios.”

Si bien no contamos con registros contemporáneos fuera del Nuevo Testamento que detallen el nacimiento de Jesús, los relatos de los primeros cristianos y los padres de la iglesia, quienes estuvieron dispuestos a morir por esta verdad, ofrecen una evidencia convincente de la aceptación temprana de este hecho milagroso. Ignacio de Antioquía, uno de los padres apostólicos del siglo I, en su carta a los efesios, escribe sobre el nacimiento de Jesús y lo describe como un evento central para la fe cristiana:

He was truly born, truly crucified, and truly raised from the dead, in the days of Pontius Pilate.” (Ignacio de Antioquía, “Carta a los Efesios,” año 110 d.C.)

Traducción: “Él nació verdaderamente, fue verdaderamente crucificado y verdaderamente resucitó de entre los muertos, en los días de Poncio Pilato.”

Este testimonio temprano, proveniente de un discípulo de los apóstoles, confirma que el nacimiento de Jesús era aceptado como un hecho histórico y central para la fe desde el principio del cristianismo.

Después de haber examinado el relato bíblico y las evidencias que respaldan la veracidad del nacimiento de Jesús, nos adentramos ahora en una pregunta aún más profunda: ¿Qué tan cierta es toda la historia de Jesús?.

Es vital analizar las pruebas históricas y documentales que confirman Su vida y obra, y cómo ellas refuerzan la autenticidad de Su existencia como figura histórica y divina.

TOMADO DE El nacimiento de Jesús .. Estudios Bíblicos Cristiana

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