Una guía para reducir los pensamientos intrusivos
¿Alguna vez has sentido que por tu cabeza pasan una y otra vez pensamientos recurrentes que te perturban?
Natalia Menéndez, Pol Bertran
¿Cómo puedo silenciar los pensamientos intrusivos? 🧠 |
Es imposible tener totalmente en blanco nuestra mente, siempre hay contenidos que van y vienen. No obstante, en ese flujo habitual de los pensamientos podemos notar que nos enganchamos de forma más obsesiva en algunos de ellos. |
Lo cierto es que los pensamientos guardan una relación estrecha con nuestras emociones. Ambos se influyen mutuamente, de manera que cuando nos sentimos mal nuestros pensamientos tienden a ir en una dirección más irracional. Vemos las cosas de forma más catastrofista y polarizada. Cuando nos encontramos ante un evento muy angustiante o problemático podemos incluso desarrollar un mecanismo cognitivo, la rumia, que nos lleva a masticar de forma repetitiva dicho asunto en busca de una posible solución. |
Si bien esta estrategia es un intento de concluir aquello que nos angustia, la vida a veces nos presenta problemas que no tienen una solución directa. En otras palabras, a veces no es posible llegar a una conclusión mediante el camino racional, por lo que nos queda es simplemente atender las emociones que ese evento está despertando en nuestro interior. |
Para muchas personas la conexión con sus estados internos puede representar todo un reto. De manera más o menos inconsciente, pueden resistirse a entrar en contacto con emociones desagradables. Así, se enganchan en sus pensamientos hasta perderse en su cabeza por completo. Cuando esto nos sucede, hay una desconexión del mundo exterior e incluso se puede ver muy perjudicado el funcionamiento cotidiano normal. De esta manera, las personas con una relación compleja con su mundo emocional pueden sentir que sus pensamientos controlan el ritmo de su vida, hasta el punto de afectar al rendimiento, bajar la concentración, alterar el sueño…Incluso, los pensamientos pueden intensificar nuestras emociones y hacernos sentir que el mundo es un lugar hostil. |
El problema de los pensamientos obsesivos no es sólo su presencia, sino lo que hacemos cuando aparecen. Intentando ponerles fin, muchas personas caen en la trampa de dedicarles un intenso grado de atención. Esto es un error ya que los pensamientos son algo así como una planta. |
Cuanto más atención se les da, más crecen, hasta convertirse en algunos casos en auténticas plantas carnívoras que devoran todo alrededor. Así, los contenidos que transitan por la mente pueden llegar a ser el eje central en la vida de la persona, que se desconecta de sí misma y de aquello que realmente le importa en la vida. Por ello, es fundamental aprender a manejar esta situación para evitar que las consecuencias dañen la salud emocional. Algunas claves pueden ser de ayuda para manejar los pensamientos intrusivos: |
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