Donald Trump: el Gran Maestro constructor
Segun la Numerologa Gloria Zepeda
Donald Trump nació el 14 de junio de 1946, una fecha marcada por números de gran poder, pero también de profundas heridas:
El 14 es un número kármico que revela excesos de vidas pasadas: manipulación, abuso del poder personal, seducción desde la palabra. En esta vida, viene a aprender a usar su voz con verdad y responsabilidad, pero aún carga con el impulso de imponer su visión por encima de los demás.
El 6 está vinculado al amor, al cuidado, al equilibrio entre dar y recibir. Sin embargo, en su sombra, muestra heridas con la figura materna: necesidad de aprobación, rigidez moral, exigencia con la imagen pública. Muchas veces, este número revela un linaje materno en donde se privilegió lo aparente por encima de lo emocional. Esto puede haber derivado en un modelo familiar frío, controlador o ausente emocionalmente.
Este número habla de la sensibilidad interna, pero también del miedo a la vulnerabilidad. Un alma que guarda una memoria transgeneracional de sumisión o invisibilidad, y por reacción, desarrolla un ego inflado como defensa.
El 22 es un número maestro, llamado a construir grandes obras en beneficio de la humanidad. Es el arquitecto del mundo nuevo. Pero cuando no hay trabajo interior, esa vibración se distorsiona hacia su base: el 4, que en sombra se vuelve autoritario, rígido, obsesionado con el control, los límites y las estructuras externas.
En lugar de elevar, se atrinchera.
Trump parece portar memorias masculinas de imposición, logro a toda costa y falta de ternura. Puede venir de una cadena de hombres que aprendieron que el amor se gana con poder y éxito, no con presencia emocional. A esto se suma una energía femenina (por el mes 6) que puede haber sido exigente, dominante o emocionalmente ausente, dejando una herida de desvalorización profundamente reprimida.
“Donald Trump encarnó el potencial de un gran maestro constructor, pero eligió levantar muros en lugar de puentes. Su alma es un 22, pero su actuar vibra desde el 4 herido: rígido, impositivo, incapaz de soltar el control. Su karma 14 le exige sanar la palabra y dejar de usarla como arma. Y en su linaje, resuenan hombres de hierro y madres frías, cuyas heridas aún gritan a través de su arrogancia.”
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