Los 20 mandamientos de los niños felices: "Si criticas a un niño aprenderá a juzgar, si lo elogias aprenderá a valorar"
Maria Montessori demostró que los niños son capaces de aprender sobre el mundo por sí mismos.
Desarrollo y difusión del Método Montessori
Lo describió dos años después en su primer libro El método de la pedagogía científica.
Empezaron después años de viajes para difundir su método, en Estados Unidos con el apoyo de Graham Bell y Thomas Edison pero con las críticas de parte de los ambientes académicos. Maria también continuó su labor en Europa.
Publicó otro libro clave: La autoeducación en la escuela primaria; fundó en Italia la Real Escuela del Método Montessori y en 1929 la Asociación Internacional Montessori (AMI), que ha guardado su legado hasta la actualidad.
También fueron años de exilios continuados por guerras y problemas políticos. Empezaron cuando Maria se dio cuenta de que Benito Mussolini pretendía utilizar su método para adoctrinar a los niños y lo expresó públicamente. Mussolini ordenó cerrar todas sus escuelas y Maria tuvo que marcharse de Italia.
“Nadie puede ser libre a menos que sea independiente.”
Lo mismo sucedería en Alemania en 1934. Con 64 años se exilió a Barcelona hasta que en plena guerra civil debió marcharse de nuevo, ahora a Holanda. El destino la llevó a la India y quedó atrapada por la segunda guerra mundial. Allí desarrolló comunidades infantiles como alternativa a las guarderías.
En 1949 regresó a Holanda y publicó La mente absorbente, otro de los ingredientes fundamentales de su método. Y llegó la hora de su reconocimiento a nivel internacional: la Legión de Honor en Francia, un doctorado Honoris Causa de la Universidad de Ámsterdam y tres propuestas para recibir el Premio Nobel de la Paz.
Un cambio radical de paradigma en la pedagogía
La esencia de su revolución fue que no pensó en la escuela como un lugar en el que un maestro transmite conocimientos; sino comoun lugar donde la inteligencia y la mente de los niños se desarrolla mediante el trabajo libre con el uso de materiales especiales que proporcionan conocimientos de modo sistemático y autónomo.
Un lugar en el que cada niño trabaja a su ritmo pero donde existen unas relaciones de ayuda mutua y el educador ejerce de guía. Un lugar en el que no existe la competencia sino el respeto y la valoración de los logros de cada uno, y en el que los errores se consideran parte del aprendizaje.
Un lugar en el que se educa para la vida, en el que no se modela a los niños –a los que Maria Montessori consideraba “la esperanza de la humanidad– sino que se educa en libertad cultivando su capacidad de enfrentar los problemas, incluso los más graves, como la guerra o la paz.
“Si verdaderamente consideramos que la educación es el desarrollo de las posibilidades latentes, en vez de usar la palabra educación, deberíamos adoptar otra: cultivar.”
Así sintetiza Montessori su método:
“El niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y el futuro de la sociedad.
Tenemos que tener claro, eso sí, que el desarrollo del potencial humano no está determinado por nosotros. Solo podemos servir al desarrollo del niño, pues éste se realiza en un espacio en el que hay leyes que rigen el funcionamiento de cada ser humano y cada desarrollo tiene que estar en armonía con todo el mundo que nos rodea y con todo el universo”.
Más que un método sistemático, se trata de una filosofía de vida, una forma de contemplar a los niños basada en la confianza que se tiene en sus capacidades y el conocimiento y respeto de sus necesidades. Se trata pues de liberar el potencial de cada niño mediante el trabajo libre y su finalidad última es la autonomía intelectual, moral y social.
Elementos que componen el Método Montessori
Destacan cuatro elementos fundamentales en su método.
Los ambientes preparados
En una escuela Montessori, los niños tienen libertad de movimientos y elección de actividades, pero dentro de una serie de ambientes preparados cuidadosamente en relación con sus necesidades de modo que se fomente el autoaprendizaje y, más adelante, las relaciones sociales y emocionales. Se trata de espacios armónicos, cálidos, caracterizados por el orden y la belleza, con elementos como plantas, música, libros y objetos artísticos.
Los materiales sensoriales se utilizan en el primer periodo, hasta los seis años. Están agrupados según los sentidos: materiales culinarios para el gusto y el olfato, diversas formas, texturas y temperaturas para el tacto, materiales con diversidad de colores, dimensiones, volúmenes y formas para la vista, y otros basados en sonidos y música para el oído.
Los materiales didácticosse usan posteriormente adaptados a las diferentes áreas. Todos tienen unas características clave: son manipulables, proporcionados a las dimensiones del niño y diseñados de tal modo que cada uno responde a un propósito determinado. La gracia es que el propio niño descubre los errores que comete en su manipulación.
Las cuatro áreas básicas son:
- El área de la vida práctica, que ayuda a desarrollar la coordinación, la concentración, la independencia, el orden y la disciplina.
- El área sensorial para el desarrollo y afinamiento de los cinco sentidos.
- La lecto-escritura, que también comienza desde lo sensorial, desde la coordinación ojo-mano y muscular, el sentido de la lateralidad y el trabajo de psicomotricidad gruesa y fina. Por ejemplo, repasando con el dedo formas de letras antes de pasar al lápiz.
- El área de las matemáticas, que también tiene una base sensorial, asociando números a cantidades y yendo de lo concreto a lo abstracto.

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