La tumba secreta de Christian Rosacruz
Pasaron los años y Christian murió. El conocimiento adquirido por la sociedad pasó a una generación más joven de buscadores hasta que lo único que quedó de sus fundadores fue la leyenda. Cuando hubieron transcurrido los cien años de silencio, un miembroveterano —el autor/es de «Fama»—informóalosjóve nes de quela fraternidad no debería permanecer oculta, sino salir a la luz y ser de ayuda a toda la nación alemana.5
Luego decidió hacer algunas reformas en la Casa del Espíritu Santo y trasladar un monumento conmemorativo de latón con los nombres de los antiguos hermanos a un sitio más adecuado. Detrás del monu mento descubrieron una trampilla que conducía a una cámara secreta, y en su interior estaba la tumba de Christian Rosacruz. El autor/es de «Fama» explican lo siguiente:
«Del mismo modo que nuestra puerta fue maravillosamente descubierta al cabo de tantos años, también se abrirá una puerta a Europa (cuando el muro sea derribado), que ya ha empezado a emerger y es tan es perada por muchos.6 El cuerpo de Christian descansaba dentro de una cámara de siete costados iluminada por una especie de sol en miniatura. Se consideraba un milagro que, aunque había yacido allí durante más de un siglo, no mostrara signos de descomposición.7
Unas figuras geométricas cubrían las paredes, las cuales contenían nu merosos tesoros, incluidas las obras del sanador y alquimista sui zo del siglo xvi Paracelso, además de campanas, lámparas, espe jos y algo que dieron en llamar canciones artificiales —una referencia, tal vez, a una especie de teatrillo mecánico muy popu lar en esa época—. La cámara se asemejaba a una cápsula del tiempo con la idea de que, si con el paso de los siglos la orden o fraternidad se disolvía, el contenido de esa cámara podía volver a restablecerla.8
En la mano de Christian descubrieron un libro de pergami no, titulado I que, junto con la Biblia, consideraron su mayor te soro. Al final del libro encontraron la siguiente inscripción: «Na cemos de Dios, morimos en Jesús y volvemos a vivir a través del Espíritu Santo», idea que apunta al hecho de que Christian pudo haber sido un seguidor de Joaquín de Fiore. Nacido en Calabria en 1135, Joaquín fue un monje, místico y teólogo que profetizó una nueva era de libertad espiritual que llegaría hacia el año 1260.
Él murió en 1202, demasiado pronto como para saber si estaba en lo cierto o no. Joaquín entendía que la historia avanza ba en tres etapas: la Era del Padre, caracterizada por el Antiguo Testamento y la obediencia a las leyes de Dios; la Era del Hijo, que empezaba con la venida de Cristo y continuaba hasta 1260, en cuyo tiempo el hombre pasaría a ser el Hijo de Dios; y la Era del Espíritu Santo, cuando la humanidad alcanzaría un contacto directo con Dios y experimentaría la libertad espiritual que es el auténtico mensaje de la cristiandad.
Joaquín consideraba que, llegados a ese punto, la jerarquía de la Iglesia no sería necesaria y que el sentido verdadero de los Evangelios, más que el literal, prevalecería. Tomás de Aquino le refutó estas ideas, pero Dante colocó a Joaquín en el paraíso, y sus creencias inspiraron a sectas cristianas muy rupturistas, como los Hermanos del Libre Espíri tu.9
Como cabía esperar, la Iglesia no estaba muy satisfecha con sus profecías, puesto que rara vez agradece cualquier desafío a su autoridad. Pero estas eran precisamente el tipo de cosas que querían los rosacruces.
Contento con su descubrimiento, el autor/es de «Fama» dan a entender a sus lectores que podrían abrirse otras puertas en Europa, y encontrarse las tumbas perdidas de otros frailes falle cidos. Convencido de la futura viabilidad de una reforma ge neral, el autor/es se muestran convencidos de que el número de seguidores irá en aumento. Al aceptar el Imperio romano como su cabeza cristiana, demuestran que son conscientes de posibles alteraciones y prometen ayudar en secreto a tan elevada causa.
Alegan que su filosofía, que Adán recibió después de su caída y de la que Moisés ySalomónhicieron buen uso, está en consonan cia con la de Platón, Pitágoras, Enoc, Abraham y, muy importan te, la Biblia. Su comentario de que la sabiduría de estos eruditos conforma una esfera o globo cuyas partes totales son equidistan tes con el centro10 apunta una vez más hacia la prisca theologia, la antigua sabiduría esencial que pasa de un iniciado a otro.
Sin embargo, no deberíamos confundir a los Hermanos con aquellos que se ocuparon de la elaboración del oro común —una práctica fraudulenta que desgraciadamente fue muy extendida en la época—, una rama de estafadores y charlatanes que se con graciaron con personalidades influyentes de distintas cortes, como la del emperador del Sacro Imperio Romano, Rodolfo II, y que sirvió para dar a la alquimia su mala reputación.
Los Hermanos saben que el verdadero alquimista trabaja para transformar se a sí mismo en hombre espiritualmente regenerado, no para convertir el plomo en oro. Al término de «Fama», el autor/es invi tan a quienes escuchen su llamada a buscar a los Hermanos, ase gurándoles que, si los buscadores «observan el momento presente con diligencia», su deseo de llegar hasta ellos será concedido.
NOTAS
5. «Fama Fraternitas», en Yates, El iluminismo rosacruz. 6. Ibíd. 7. Frances Yates data el descubrimiento de la tumba de Christian Rosa cruz en 1604. Si él había muerto en 1484, esto querría decir que estuvo de cuer po presente durante ciento veinte años.
8. «Fama Fraternitas», en Yates, El iluminismo rosacruz.
9. Los Hermanos del Libre Espíritu fueron un movimiento cristiano mile narista y de ideas antinomistas que vivió su apogeo en los siglos xiii y xiv. El papa Clemente V los declaró heréticos en el Concilio de Vienne (1311-1312) y fueron víctima de las mismas persecuciones que acecharon a los caballeros tem plarios y a los cátaros. 10. «Fama Fraternitas», en Yates, El iluminismo rosacruz.
Comentarios
Publicar un comentario