Adolescencia: dura, cruda y directa… denle una oportunidad, porque no se arrepentirán

 Vamos a hablar es de una serie de “ficción” que está tan bien lograda y resulta tan verosímil que muchos piensan que está basada en una historia real, aunque cosas así pasaron.

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Adolescencia: dura, cruda y directa… denle una oportunidad, porque no se arrepentirán
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Popcorn506 para El Observador

No se puede negar que, en los últimos años, el género del True Crime ha ganado muchos adeptos. Esto ha sido posible gracias a las ofertas de plataformas como HBO y Netflix, que han sabido producir o adquirir contenidos con la calidad suficiente como para atraer a un gran número de espectadores.

Es cierto que el morbo por el mal, por el lado oscuro del ser humano, siempre ha estado ahí, y esto explica que muchos nos veamos seducidos por contenidos de géneros oscuros.

Pero, en esta ocasión, de lo que vamos a hablar es de una serie de “ficción” que está tan bien lograda y resulta tan verosímil que muchos han pensado que está basada en una historia real, aunque cosas así han pasado, –mismas que sirvieron de inspiraron para este serie–, al menos esta historia, no es tal cual, hablamos de: Adolescencia.

¿Qué nos cuenta Adolescencia?

Adolescencia es una miniserie de cuatro capítulos en la que se nos narra la historia de un niño al que acusan de asesinato y, consecuentemente, su proceso de detención e investigación.

Aunque parezca una extravagancia, la estructura de la serie es muy clara y cada uno de los capítulos se centra, exclusivamente, en una fase del proceso.

Esto nos permite profundizar en la historia de un modo muy ordenado, conociendo uno a uno a todos los personajes implicados y descubriendo las motivaciones de cada uno de ellos en lo que aquí ha acontecido.

Y, lo mejor de todo, sin que esto conlleve una pérdida de interés o emoción sobre los momentos finales de la serie, sino al contrario, con una capacidad de enganche que pocas obras han conseguido en los últimos tiempos.

El mérito de la dirección y el reparto

Al ver la serie, a todos nos queda claro que aquí ha habido un gran trabajo. Incluso los que desconfían de la artesanía por las posibilidades técnicas y efectistas que existen hoy en día tienen que rendirse ante el esfuerzo que resulta evidente. Esto tanto por parte de la dirección y la fotografía como por la del reparto.

El uso de la grabación continua, tal y como aquí se ha llevado, ha supuesto jornadas enteras de rodaje continuado y ensayos por tramos hasta conseguir que el capítulo entero se pudiera completar en una sola toma.

La exigencia para este objetivo es altísima y, aunque los profesionales técnicos tengan tanto o más mérito, las miradas sin duda se derivan a los actores y actrices.

De Stephen Graham hay poco que decir, ya que es uno de los mejores actores de su generación y, en realidad, del momento. Además, parece que este papel está hecho a medida para él.

Por eso no sería de extrañar que terminara por llevarse algún galardón. Pero no desmerecen ninguno de los demás a su alrededor, empezando por el niño Owen Cooper y terminando por la deslumbrante Erin Doherty, que lo clava en su papel de psicóloga.

¿Por qué tanta repercusión?

Es cierto, y a muchos de los lectores de aquí le habrá venido a la cabeza, que esta serie ha tenido una gran repercusión en los medios y las redes sociales desde su estreno hace unos días.

La primera de ellas, y la que nos parece más natural, es el alto nivel que tiene en términos generales. Hay un guión muy coherente y consistente, con unas intenciones claras desde el comienzo y, realmente, muy eficaz.

Además, el uso del plano secuencia, con el trabajo que conlleva de planificación y ensayos, pero también con unos resultados muy agradecidos cuando se trata de impactar de cerca al espectador, ha sido muy llamativo y aplaudido.

No es algo realmente novedoso, pero sí es algo que no se practica habitualmente. Y, gracias a ello, es más fácil implicar al espectador en la trama, haciéndolo sentir casi partícipe e, incluso, sentir el calor, el sudor o el temblor de alguno de los personajes, por momentos.

Pero, más allá de esto, que es lo natural a la hora de conseguir tanta repercusión, salvo en casos de extremo marketing, aquí ha habido un tema de conflicto. Y desconocemos si voluntario o involuntario, pero aumentó su visibilidad, sobre todo en las redes sociales.

Voces en contra y el desmentido

Y es que ha habido algunas voces que atacaban al autor por adaptar un caso real manipulando a los protagonistas por temas raciales y políticos. Desmentido esto por parte de los responsables, la polémica ha seguido viva y la consecuencia ha sido clara: más gente viendo y hablando sobre Adolescencia.

En definitiva, y sea cual sea la razón por la que ustedes puedan llegar a la serie, denle una oportunidad, porque no se arrepentirán. Es una serie dura, cruda, directa, pero es muy buena.

Eso sí, cuando pulsen play, tengan en cuenta que son más de cuatro horas de producción en las que no querrán hacer una pausa. Planifiquen bien para disfrutarla y, luego, nos cuentan.




TOMADO DE Adolescence: dura, cruda y directa... denle una oportunidad

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