Por qué la reina Isabel II de Inglaterra fue iniciada en el Círculo místico de los Druidas: un ritual lleno de misterio


 Isabel II de Inglaterra junto a uno de sus perros corgis, en una imagen de archivo. GTRES

Isabel II era todavía princesa: tenía solo 20 años. Fue el 8 de agosto de 1946 cuando fue investida como Ovate honorario, una especie de sacerdote en el Gorsedd de los Bardos de Gales o Consejo de los Druidas, una sociedad de habla galesa que reúne a todos los artistas que han contribuido a esta cultura desde tiempo inmemorial. El nombramiento se hizo justo 20 años después de que lo protagonizaran sus padres, el rey Jorge VI y la reina Isabel, .

La ceremonia, que fue filmada, tuvo lugar en Eisteddfod, el Festival Nacional de Gales que cada año reúne a músicos, poetas y filósofos, hasta el punto de ser considerada la reunión poética y musical más numerosa de Europa. La Princesa Isabel fue iniciada en el Círculo Místico de Bardos por el Archidruida (el sacerdote mayor) Crwys Williams. Todo sucedió en Mountain Ash, en la región de Glamorgan.

La princesa Isabel apareció vestida con una túnica de color verde y fue recibida por una mujer vestida de blanco y conducida por ella al centro de un amplio círculo de acólitos, donde se encontraba el archidruida rodeado de otros miembros principales. Allí, fue bendecida con una gran espada. El archidruida pronunció su nombre en galés: Elizabeth O Windsor. A continuación, le fue puesta una especie de toca oscura, que anunciaba su pertenencia al Círculo de los Druidas. La admisión era, sin embargo, más bien una cuestión cultural que religiosa.

La primera reina en el Festival Nacional de Gales

Aunque no llegó a ser princesa de Gales, Isabel II siempre tuvo un gran vínculo con la cultura galesa. De hecho, se sentía extremadamente orgullosa de su relación con el Eisteddfod. En 1960 volvió a visitar el Festival, convirtiéndose en la primera reina británica en hacerlo. En aquel momento llevó consigo a sus dos hijos mayores, el príncipe Carlos, que tenía 12 años y se convertiría más tarde en Príncipe de Gales, y la princesa Ana, que tenía 10. Llegaron a Cardiff en el tren real y recorrieron el Festival. La reina disfrutó hablando en galés, aunque apenas dominaba el idioma.

Con bastante valentía y sin miedo a las críticas, Isabel II pronuncio las palabras que le habían enseñado con ocasión de su adhesión al círculo druida. Hubo, claro, quien la criticó por su acento: no le importó. La reina británica quedó fascinada por la ceremonia y su ritualidad y siempre admiró y respetó este acto solemne de la cultura galesa. Para ella estaba al mismo nivel que la apertura del Parlamento o incluso su Coronación: era esencial que toda esa tradición se mantuviera viva.

El actual monarca Carlos III de Inglaterra investido como príncipe de Gales, en 1969. GTRES

Pese a su admiración por este rito galés, Isabel II perdió su título de Ovate honorífico en 2006, cuando se produjo un cambio en las reglas de aceptación de los miembros. Desde entonces, para pertenecer al Círculo de los Druidas los iniciados han de conocer perfectamente el galés, cosa que estaba fuera del alcance de la reina. Su interés por la cultura galesa, sin embargo, no disminuyó, aunque jamás se supo cómo recibió la soberana aquel rechazo.

La reina Isabel II se preocupó por transmitir su interés por la cultura galesa a su heredero, el príncipe Carlos. Bajo su recomendación, Carlos de Inglaterra se matriculó durante un trimestre de 1969 en la Universidad de Aberystwyth para aprender la lengua galesa. Poco después fue investido como príncipe de Gales. Un príncipe inglés pero con conocimiento suficiente del galés.

Transición hacia el misterio

Pese a la insistencia de Isabel II en que perfeccionara su galés, el entonces príncipe Carlos jamás logró hablarlo perfectamente. De hecho, durante su visita al al Festival de Eisteddfod se escucharon algunos abucheos al escuchar su pronunciación. Con todo, tras su coronación reconocieron que el rey Carlos III aceptaba la interconexión del hombre y la naturaleza, una de las principales creencias druidas.

«Confiamos en que aportará su propio carácter y perspicacia al cargo que ahora ocupa». Muchos sostienen que el monarca y la tierra están inextricablemente entrelazados. «Que nuestro nuevo Rey gobierne una tierra acogedora para todos, que reconozca que tenemos un solo planeta para construir un futuro y que brinde un espacio seguro para que toda la vida prospere. Larga vida al Rey. Que los dioses estén de acuerdo».

Isabel II y el actual rey Carlos III tras ser investido como príncipe de Gales, en 1969. GTRES

Tras el fallecimiento de la reina Isabel II en Balmoral, el 8 de septiembre de 2022, los representantes del Círculo de los Druidas quisieron hacer públicas sus condolencias, mostrando la consideración debida hacia una monarca que tanto apreció sus rituales. «Ella se encuentra en su transición hacia el misterio», proclamaron los sacerdotes.

Los druidas han sido una mezcla de sacerdotes, profetas y bardos de la cultura celta. Se extendieron durante la Edad del Hierro por Gran Bretaña, el norte de España, Irlanda, Francia e Italia. Posidonio, escritor griego que visitó la Galia en el siglo II a. C.; Julio César, que habló de ellos en su relato de la Guerra de las Galias, y el escritor romano Tácito, los han mencionado. Todos destacan su conocimiento en matemáticas, astronomía y física.


TOMADO DE Cómo fue el día que Isabel II de Inglaterra fue iniciada en el círculo místico de los Druidas | Mujerhoy

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